Jesús limpia el templo
JESÚS se ve muy enojado aquí, ¿verdad? ¿Sabes por qué? Porque estos hombres que están en el templo de Dios en Jerusalén son muy codiciosos. Están tratando de sacarle mucho dinero a la gente que viene aquí a adorar a Dios.
¿Ves todos esos novillos y ovejas y palomas? Bueno, estos hombres están vendiéndolos aquí mismo en el templo. ¿Sabes tú por qué? Es porque los israelitas necesitan animales y pájaros para sacrificarlos a Dios.
La ley de Dios decía que cuando un israelita hacía algo malo, debía hacer una ofrenda a Dios. Y en otros casos, también, los israelitas tenían que hacer ofrendas. Pero ¿dónde podían conseguir pájaros y animales para ofrecerlos?
Algunos eran dueños de pájaros y animales que podían ofrecer. Pero muchos israelitas no tenían animales ni pájaros. Y otros vivían tan lejos de Jerusalén que no podían traer un animal al templo. Por eso la gente venía aquí y compraba los animales o pájaros. Pero estos hombres cobraban demasiado dinero por ellos. Le robaban a la gente. Además, no deberían vender aquí mismo en el templo de Dios.
Esto es lo que enoja a Jesús. Así que él vuelca las mesas donde está el dinero y esparce las monedas. También, hace un azote de sogas y saca del templo los animales. Ordena a los que venden las palomas: ‘¡Sáquenlas de aquí! Dejen de hacer de la casa de mi Padre un lugar donde se venga a conseguir mucho dinero.’
Algunos seguidores de Jesús están con él aquí en el templo en Jerusalén. Se sorprenden cuando ven lo que Jesús hace. Entonces recuerdan que la Biblia dice del Hijo de Dios: ‘El amor de la casa de Dios arderá en él como fuego.’
Mientras Jesús está aquí en Jerusalén asistiendo a la Pascua, hace muchos milagros. Después, Jesús sale de Judea y empieza volver a Galilea. Pero pasa por el distrito de Samaria. Veamos qué pasa allí.
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